lunes, 29 de agosto de 2016

Carranza de Miranda. Un poema.


Son hoy muy odiosas
qualesquier verdades
y muy peligrosas
las habilidades
y las necedades
se suelen pagar caro.
El necio callando
parece discreto
y el sabio hablando
se verá en aprieto.
Y será el efeto
de su razonar
acaescerle cosa
que aprende a callar.
Conviene hacerse
el hombre ya mudo,
y aun entontecerse
el que es más agudo
de tanta calumnia
como hay en hablar:
sólo una pajita
todo un monte prende
y toda palabrita
que el necio no entiende
gran fuego prende;
y, para se apagar,
no hay otro remedio
si no es con callar.

Bartolomé Carranza de Miranda
(1503-1576)



El secreto a voces que guardaba El Greco, y que nos revela a través de su pintura, era de una naturaleza muy diferente (...). Y aunque nos resulte difícil entenderlo, percibimos en su belleza, en su expresividad y en su oficio, el eco de una lucha en la que El Greco antepuso el imperio de la razón a la razón imperial, a la razón de estado. En este sentido, El expolio inicia un nuevo rumbo para la pintura en la Modernidad, pues la pintura y la literatura modernas nacen inexorablemente unidas a un derecho de humanidad. El corazón del arte moderno late al ritmo de la defensa de la justicia y de la libertad.

Julia Varela y Fernando Álvarez-Uría
El expolio. El valor de una obra de arte.
En Materiales de sociología del arte.
Siglo XXI de España editores.