domingo, 12 de octubre de 2025

DENISE DUHAMEL: POEMA EN EL QUE PISO EL ACELERADOR

 





DENISE DUHAMEL: POEMA EN EL QUE PISO EL ACELERADOR

Mi joven madre se convierte en mi madre muerta
Mi coche nuevo se convierte en chatarra
Mi pelo rubio se vuelve gris,
Mi suéter favorito, un trapo
Mi amado se convierte en mi enemigo
Mi enemigo, en alguien que no recuerdo
Mi pasado se convierte en un lugar oscuro salvo por unos pocos fragmentos nítidos
Mi memoria, en una bolsa de plástico rota, los comestibles caen sobre la acera
Mi amor por las manzanas se convierte en una metáfora
Mi amor por las manzanas se convierte en mi amor por la compota de manzana
Mi pecho plano se convierte en un par de pechos que más tarde se desploman
Mi brillante y rosada cicatriz se convierte en una descolorida línea blanca
Mi amigo de la infancia se convierte en un extraño, después en un cadáver
La casa de mi infancia se convierte en la casa de otra persona
Mi gordura de bebé se convierte en gordura de adulto
Mis zapatillas nuevas, en otras gastadas y listas para una tienda de segunda mano
Mis obsesiones se convierten en cenizas
Mi fuego, en un bocadillo frío
Mis garabatos se convierten en más garabatos
Mi vestido de novia, en el remate de un chiste
Mi copa de vino se convierte en mi rebobinado
Mi jarra de cerveza, en un portalápices
Mi basura se convierte en basurero
Tus árboles, en mi mesa de cocina
Mis mayores problemas se disuelven
para brotar años más tarde burbujeando como un Alka-Seltzer
Mi carcajada se convierte en dolor de estómago
Mi aversión al conflicto se convierte en migraña
Mi ceño fruncido se convierte en entrecejo arrugado
Mis pasos de baile se convierten en un esqueleto para un aula de anatomía
Mi amor infantil por el mar se convierte en mi búsqueda política adulta
Mis manías se suavizan hasta convertirse en preocupaciones insignificantes y más tarde en lirios
Mi caída en desgracia se convierte en mi reserva
Mi reserva se convierte en la primera cuota de mi ataúd






En "In Which", Studio City, Los Ángeles, 2024. Versión de Jonio González. En la imagen, Denise Duhamel (Woonsocket, EE. UU., 1961) por Claire Holt.

POEM IN WHICH I PRESS FAST FORWARD
my young mother becomes my dead mother
my new car becomes a clunker
my blond hair becomes gray,
my favorite sweater, a rag
my beloved becomes my enemy
my enemy, someone I can’t remember
my past becomes a murky place except for a few sharp excerpts
my memory, a torn plastic bag, groceries spilling onto the pavement
my love of apples becomes a metaphor
my love of apples becomes my love of applesauce
my flat chest becomes a set of breasts that later flop
my bright pink scar becomes a faded white line
my childhood friend becomes a stranger, then a corpse
my childhood home becomes someone else’s home
my baby fat becomes adult fat
my new sneakers, worn and ready for Goodwill
my obsessions become ash
my fire, a cold sandwich
my scribbles becomes more scribbles
my wedding dress, a punchline
my glass of wine becomes my rewind
my beer stein, a pencil cup
my garbage becomes landfill
your trees, my kitchen table
my biggest problems dissolve
then bubble up years later like Alka-Seltzer
my belly laugh becomes a bellyache
my aversion to conflict becomes a migraine
my frown becomes a ray of frown lines
my dance moves becomes a skeleton rolled into an anatomy classroom
my childhood love of the sea becomes my adult political quest
my pet peeves soften into petty concerns then become peace lilies
my fall from grace becomes my saving
my savings become my coffin’s down payment


Gracias a Jonio González



JOSÉ EMILIO PACHECO. INDESEABLE

 




JOSÉ EMILIO PACHECO. INDESEABLE

No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.




A través de Sociedad Poética (Facebook)

ROSARIO CASTELLANOS. DESTINO

 





ROSARIO CASTELLANOS. DESTINO

Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.




A través de Las cuatro esquinas, una intersección literaria (Facebook)

RAMÓN BUENAVENTURA. Dos poemas de Vereda del gamo

 



RAMÓN BUENAVENTURA. DOS POEMAS.


AMANECE EN EL CERRO DE LOS GAMOS

A caballo de nada,
blanco
de los ojos,
no le mires la punta,
vena
de los labios.
Polvoriento de luz:
magia
para el hada
nacida en el crepúsculo:
no
la contemples
cuando descubre el velo.
Su mirada es un charco de leche
con el loto de sangre en el centro.


TOCAR

Las retamas estallan con la fija delicia de un siglo japonés;
pero más amarillos son los pasos de duende
que marcan por la hierba las bravas margaritas.
Ha enloquecido el sauce joven.
Las mariposas me rizan el aire de niñas olvidadas.
Los perros se alivian del pelo,
las urracas se acercan
a punto de pasarse a las palomas.
Aviva los geranios el vuelo colibrí de la esfinge plumosa.
Los albaricoqueros se aprietan en el fruto,
en las brevas la higuera; los guisantes de olor
— rojos, blancos, azules, malva —
se tupen en el muro; sus zarcillos
se han asido a los dardos que olvidé en la diana.
El lagarto se ocupa
de frenarle los ritmos a la sombra.
Mi hijo de tres años se ríe de rojo al ver
las estentóreas amapolas.
No es la dicha: es la vida
para mirada por el hombre;
es el gusto del ciclo,
el placer de encajar.
Crecer acompañado.
De "Vereda del Gamo" (1981-1982)





ROSE AUSLÄNDER, FATIMAH ASGHAR, ISHIGAKI RIN




ROSE AUSLÄNDER: TRES POEMAS

SOLEDAD
Cumplido
el presagio de la gitana
Tu país
te abandonará
perderás
personas y sueño
hablarás
con los labios cerrados
a labios extraños
Te amará
la soledad
te abrazará

INFINITAMENTE
Olvida
tus fronteras
Emigra
La tierra de nadie
infinitamente
te acoge

INCANSABLE
Nos hemos hundido
con
los dioses
Vamos a resucitar
con dioses
diestros
como estrellas
No me canso
de morir





FATIMAH ASGHAR: EL OLOR ES EL ÚLTIMO RECUERDO QUE SE PIERDE

en mi calle, una verja
en mi calle un árbol que huele
a cítricos & jazmín que me devuelve
a los brazos de mi madre
muerta. Le pregunto a Ross cómo puede un árbol
ser jazmín y naranjo al mismo tiempo, en mi calle
mis vecinos ponen verjas & se quedan mirando
no les gusta compartir, en mi calle
un árbol que no puedo ver pero puedo oler
un árbol que no puede ser dos pero está
en mi calle, la falda de mi madre gira
& todo lo que huelo es su fantasma, perfume
en mi calle, una naranja caída
aplastada en la acera
su pulpa sangrienta en el asfalto
de mi calle, Jordan me da un jazmín
para cuando llego a casa
todos sus pétalos han desaparecido.






ISHIGAKI RIN: FLORES

En medio de la noche abro los ojos.
En un rincón del cuarto están despiertos
los crisantemos.
Mañana empezarán a marchitarse:
esa belleza en flor es el comienzo.
Antes de hacer el largo viaje,
cómo podrían conciliar el sueño.
Es tanta la emoción de prepararse.



1.
En "Mi aliento se llama ahora (y otros poemas)", Igitur, Montblanc, 2014. Trad. del alemán de Teresa Ruiz Rosas y José Ruiz Rosas. En la imagen, Rose Ausländer (Chernovski, Ucrania, 1901-Düsseldorf, Alemania, 1988 / Ukranian Jewish Encounter)

2.
En "Poetry", vol. 214, n.º 1, abril de 2019. Versión de Jonio González. La imagen: Fatimah Asghar (Denver, EE. UU., 1989) por Mercedes Zapata.

SMELL IS THE LAST MEMORY TO GO
on my block, a gate
on my block, a tree smelling
of citrus & jasmine that knocks
me back into the arms of my dead
mother. I ask Ross how can a tree
be both jasmine & orange, on my block
my neighbors put up gates & stare
don’t like to share, on my block
a tree I can’t see, but can smell
a tree that can’t be both but is
on my block, my mother’s skirt twirls
& all i smell is her ghost, perfume
on my block, a fallen orange
smashed into sidewalk
its blood pulped on asphalt on my
block, Jordan hands me a jasmine
by the time i get home
all its petals are gone


3.
Traducción de Aurelio Asiain en “Letras libres”, nº 45, agosto de 2013. En la imagen, Ishigaki Rin (石 垣 りん, Tokio, Japón, 1920-2004 / Nikkei)



A través de Jonio González







sábado, 16 de agosto de 2025

Salmo responsorial


 

Salmo responsorial:

También yo fui devorado por la espera de un amor imposible.


@gretogarbosa















Texto y fotos: Gracias a Esther Peñas

miércoles, 16 de abril de 2025

MARIO MERLINO:: la hora del poeta

 




Mario Merlino: es la hora del poeta.


“y ya no hay fuego capaz de derretirme”


Tuve la suerte de conocer a Mario Merlino. De ser su amigo. En agosto hizo 13 años de su muerte y

recordarle es sentir la explosión de vida que era. Su capacidad para jugar, crear, hablar. Para la alegría.

Leer su artículo sobre Jacques Prevert en el número 21 de Ozono ha sido como volver a pasar un rato con

él. En 1977 en la prensa española se publicaban textos así.

Para encabezarlo, elige unos versos que a su vez le definen:

"Amo a los bestias y a los negros que tienen dioses de todos los colores” (Prévert, J./Pozner, A.

“Hebdromadaires”, p. 57). "Dirijámonos a Baco, que es el más viejo de la corporación”. (Prévert, J. Lalluvia y el sol, p. 77).

Su consanguinidad con el autor hace que la palabra fluya.

En otro sobre Herman Hesse, en el número 22, plantea sus dudas y lo convierte en un brillante ejercicio de

crítica:

“A pesar de esos límites, una imprescindible lectura de Hesse debería comenzar por la negación. No para

recaer en una nueva opción maniquea, sino, por el contrario, para descubrir la relación de necesidad

entre el poder exacerbado y el individuo que se margina, reconcentra su odio al mundo o se suicida y —

ya en el terreno del contexto de la producción literaria de una época— entre Brecht y el mismo Hesse.

Abriendo más el contexto están los vagabundos de Kerouac, la pareja del santo y la prostituta en Jean

Genet, y el solitario al borde del autismo, en Samuel Beckett”.

A Mario le encantaba la palabra almazuela. Y apostaba por el pastiche en la literatura, la otra cara del

“collage” en el arte. Era selva, era exceso, era derroche. Le gustaba hablar hasta la madrugaba y trabajaba

hasta la madrugada. Y pienso que para él era alegre el ruido de dos cuerpos cuando se aman. Y lo hizo, ymucho. Amar.

Su mayor fama la consiguió como traductor. En 2004 le dieron el Premio Nacional a la mejor traducción

por Auto de Condenados, de António Lobo Antunes. Pero Mario Merlino fue profesor universitario,

performer, actor, pionero de los talleres de literatura en España, luchó por los derechos de los traductores,

activista lgtbiq+, cinéfilo, conferenciante, articulista... y por encima de todo, poeta. Se desparramaba en la

vida, fluía en ella. Y su sonrisa. Y una mirada abierta, que penetraba, golosa. Y tenía una voz

extraordinaria. De ella queda registro en Libaciones y otras voces, un cd con su voz, que incluye un

cuadernillo con los poemas y fotografías de su vida.

Hoy queda recuperar al al Mario Merlino poeta. A su muerte se publicó el fundamental Voces comunes y

otros poemas. Obra reunida 1977-2006 (Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2012, ed. de Benito del Pliego), que reúne sus tres libros de poemas editados en vida e inéditos.

(...) La poesía de Mario Merlino sondea el pasado (el suyo, el de la lengua, el de la literatura y el de la

sociedad), pero no lo hace bajo la afectación melancólica de los que creen en raíces y esencias, sino a

manera de extracción de aquello que todavía vive en las corrientes de lo original, de aquello que

permitiría reorganizar el futuro de acuerdo a la única ley que el poeta reconoce: la del deseo.

No sé si se puede pedir más de un poeta. Lo que sí sé es que la mayor parte de sus coetáneos no

consiguieron poner por escrito una poesía que buscase con esta intensidad el milagro en que insistieron

las vanguardias: convertir la tinta en sangre, el arte en vida. Mario Merlino, a su manera, lo consiguió.

De todas las traducciones que nos ha legado, esa es quizás la más importante”.

Benito del Pliego.

Recordando a Mario Merlino: traducciones, transformaciones y traslados.


Es hora de la poesía de Mario Merlino.


Jesús Gironés

Pozuelo de Alarcón, setiembre 2022

Publicado en OZONO. Un sueño alternativo 1975 1979