Esa noche llovía
Naftali, le dije. Se llamaba Naftali, tenía insignias de coronel. Qué suerte haberlo visto por Dizengoff, era tarde y ya no pasaban autobuses.
Qué tal si me acercas, vivo en el edificio del doctor Mualem.
Naftali es un buen muchacho, conocía a la esposa y a los hijos.
Esa noche llovía, los eucaliptus crecían, las aguas del Yarkon bullían y muy rápidamente comprendí que no tenía sentido gritar y que no debía moverme.
Shulamith Apfel
Traducción: Gerardo Lewin
Gracias a Jonio González
Dibujo de Charlotte Solomon
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