Mario Merlino: es la hora del poeta.
“y ya no hay fuego capaz de derretirme”
Tuve la suerte de conocer a Mario Merlino. De ser su amigo. En agosto hizo 13 años de su muerte y
recordarle es sentir la explosión de vida que era. Su capacidad para jugar, crear, hablar. Para la alegría.
Leer su artículo sobre Jacques Prevert en el número 21 de Ozono ha sido como volver a pasar un rato con
él. En 1977 en la prensa española se publicaban textos así.
Para encabezarlo, elige unos versos que a su vez le definen:
"Amo a los bestias y a los negros que tienen dioses de todos los colores” (Prévert, J./Pozner, A.
“Hebdromadaires”, p. 57). "Dirijámonos a Baco, que es el más viejo de la corporación”. (Prévert, J. Lalluvia y el sol, p. 77).
Su consanguinidad con el autor hace que la palabra fluya.
En otro sobre Herman Hesse, en el número 22, plantea sus dudas y lo convierte en un brillante ejercicio de
crítica:
“A pesar de esos límites, una imprescindible lectura de Hesse debería comenzar por la negación. No para
recaer en una nueva opción maniquea, sino, por el contrario, para descubrir la relación de necesidad
entre el poder exacerbado y el individuo que se margina, reconcentra su odio al mundo o se suicida y —
ya en el terreno del contexto de la producción literaria de una época— entre Brecht y el mismo Hesse.
Abriendo más el contexto están los vagabundos de Kerouac, la pareja del santo y la prostituta en Jean
Genet, y el solitario al borde del autismo, en Samuel Beckett”.
A Mario le encantaba la palabra almazuela. Y apostaba por el pastiche en la literatura, la otra cara del
“collage” en el arte. Era selva, era exceso, era derroche. Le gustaba hablar hasta la madrugaba y trabajaba
hasta la madrugada. Y pienso que para él era alegre el ruido de dos cuerpos cuando se aman. Y lo hizo, ymucho. Amar.
Su mayor fama la consiguió como traductor. En 2004 le dieron el Premio Nacional a la mejor traducción
por Auto de Condenados, de António Lobo Antunes. Pero Mario Merlino fue profesor universitario,
performer, actor, pionero de los talleres de literatura en España, luchó por los derechos de los traductores,
activista lgtbiq+, cinéfilo, conferenciante, articulista... y por encima de todo, poeta. Se desparramaba en la
vida, fluía en ella. Y su sonrisa. Y una mirada abierta, que penetraba, golosa. Y tenía una voz
extraordinaria. De ella queda registro en Libaciones y otras voces, un cd con su voz, que incluye un
cuadernillo con los poemas y fotografías de su vida.
Hoy queda recuperar al al Mario Merlino poeta. A su muerte se publicó el fundamental Voces comunes y
otros poemas. Obra reunida 1977-2006 (Fondo de Cultura Económica, Madrid, 2012, ed. de Benito del Pliego), que reúne sus tres libros de poemas editados en vida e inéditos.
(...) La poesía de Mario Merlino sondea el pasado (el suyo, el de la lengua, el de la literatura y el de la
sociedad), pero no lo hace bajo la afectación melancólica de los que creen en raíces y esencias, sino a
manera de extracción de aquello que todavía vive en las corrientes de lo original, de aquello que
permitiría reorganizar el futuro de acuerdo a la única ley que el poeta reconoce: la del deseo.
No sé si se puede pedir más de un poeta. Lo que sí sé es que la mayor parte de sus coetáneos no
consiguieron poner por escrito una poesía que buscase con esta intensidad el milagro en que insistieron
las vanguardias: convertir la tinta en sangre, el arte en vida. Mario Merlino, a su manera, lo consiguió.
De todas las traducciones que nos ha legado, esa es quizás la más importante”.
Benito del Pliego.
Recordando a Mario Merlino: traducciones, transformaciones y traslados.
Es hora de la poesía de Mario Merlino.
Jesús Gironés
Pozuelo de Alarcón, setiembre 2022
Publicado en OZONO. Un sueño alternativo 1975 1979
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