Sonic Youth
Había un bar inaudito que se llamaba "Barrio Séxamo", realmente tenía la x superpuesta sobre la segunda s. Estaba en la céntrica calle del doctor Cornago y en aquel garito era lo más normal escuchar a los Sonic Youth, Diamanda Galas, Nick Cave o Einstürzende Neubauten. Las películas que inspiraban eran "Freaks", "Pink Flamingos", "El sentido de la Vida" de Monty Python y las de Greenaway o Cronenberg. Era un coctel que no olvidaba a Joel-Peter Witkin. Avanzaditos los ochenta Pepe Domínguez comenzó a crear un mundo propio en el pueblo de sus más terribles pesadillas. Un reciclaje permanente que convertía el espacio en un renovado santuario underground. No había nada parecido en Pozuelo y me temo que ya no lo habrá jamás.
Mientras estrenan la Alicia de Tim Burton, otro de los habituales simbólicos entre cervezas y conversaciones, me acerqué a la inauguración de la temporada: "SONIC YOUTH etc.: SENSATIONAL FIX" con mi asesor personal de Sonic Youth, Pepe Domínguez. Se le cambió la cara: apareció esa que tiene en los momentos especiales, como el día de su boda o en el primer concierto del grupo en Madrid allá por el 88, cuando nos arrastró al orgasmo musical espiritual. En Móstoles, en el Centro de Arte 2 de Mayo estaban Lee Ranaldo y Steve Shelly con Morente en una exposición ambiciosa y gratificante. Junto a la parafernalia del grupo sus propias obras y la de doscientos artistas más. Pintura dibujo, comic, fotografía, video... Entre otros Patti Smith, Rita Ackermann, William S.Borroughs, Allen Ginsberg, Harmony Korine, Cindy Sherman, Kathy Temin, Lawrence Ferlinghetti, Gus van Sant, Matt Groening...
Placer y vida, un menú apetecible que resalta en cierta grisura que nos invade y encuentra en la "crisis" la disculpa perfecta para la falta de imaginación, la avaricia, y la mugre moral.
Pepe Domínguez nos dejó un poco huérfanos sin Barrio Séxamo. Ahora podemos consolarnos viendo en internet sus páginas web: las de VISUAL o el festival Palabra y Música o las de los artistas Lucía Loren, Loreto Pozuelo -últimos días para ver su exposición en la sala Barjola de las Rozas- o Daniele Bordoni. Tambien en alguna de las pocas exposiciones en que nos deja o nos dejan ver su delicada obra, siempre en la línea arriesgada de los territorios de la creación.
Jesús Gironés
Febrero 2010
Texto originalmente publicado en Diario de Pozuelo