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martes, 25 de abril de 2017

Ruinas y derribos

Citas, poemas y fotografías


Antiguo solar donde estaban los ultramarinos de Saturnino. Benigno Granizo con Juan Pablo II. Pozuelo de Alarcón. Fotografía de Jesús Gironés.

Imitación de la alegría


Donde los árboles aún
más desolada hacen la tarde,
al tiempo que indolente
se ha desvanecido tu último paso,
aparece la flor
en los tilos y persiste en su suerte.
Buscas una explicación a los afectos,
pruebas el silencio en tu vida.
Otra ventura me revela
el tiempo reflejado. Aflige
como la muerte, la belleza
ya en otros rostros fulmínea.
He perdido toda cosa inocente,
incluso en esta voz, que sobrevive
para imitar la alegría.
Salvatore Quasimodo
Traducción de Carlo Fabretti

(A través de Julia Escobar Moreno)


Castillo de Castañares. La Rioja. Fotografía de Blas Gonzalo.

A la hora final
cada uno tendrá su pequeño paisaje
para borrar con él esa penumbra
de habitación de enfermo.
Este trozo de río no está mal, por ejemplo,
para guardarlo así: las costas verdes
rodeándolo, brillante, silencioso.
Y son dos movimientos:
mientras el bote avanza
sin ruido, hacia delante,
la imagen, al contrario,
va hacia atrás, silenciosa,
abriendo el pensamiento
y ancla profundamente.
Cuando toque soltar amarras
de una vez para siempre
el viajero no habrá de ver los muros
–frascos, cama, remedios–
sino este río inmóvil
bajo la luz del sol, resplandeciente.

Circe Maia
Poemas de Caraguatá 
(A través de Jonio González).


Lagares y prensa rupestre de Zabala. Peciña. La Rioja. 
"Excavados en la roca, se localizaban junto a los viñedos. Usados por aquellos agricultores que no tenían bodegas para hacer vino. En estos pequeños lagares se pisaba la uva y en algunos casos se prensaba, con lo que se elaboraba el vino junto a los viñedos".  Fotografía y comentario: José Ángel León García.

LENGUA DE SERPIENTE
Rodeada de árboles,
entre los arbustos,
buscaba un sendero
perdiéndolo a veces
y a veces dando con él.
De pronto me encontré
con dos ancianas
y la primera dijo:
"Estando sola apenas alcanzarás la mitad.
Pero si sois dos, abarcaréis el mundo con vuestros brazos
dejando dentro al sol y al viento fuera.
Cada uno germinará en el otro
y ambos en vuestros hijos".
Entonces habló la segunda:
"¿Qué es un anillo de boda?
Un círculo infinito
con el vacío en su interior
que tú sola tendrás que llenar".
Una vez más, tuve que comprobarlo
yo sola.


Kristin Dimitrova
Traducción del búlgaro de Juan Antonio Bernier en http://juanantoniobernier.blogspot.com.es/
(A través de Jonio González).


"The morning after", 2017.  David Trullo.



Ser deseado es tal vez lo más parecido que se pueda alcanzar en esta vida a sentirse inmortal.

John Berger.




(A través de Josemari Solitario/ Facebook).


Fotografía de Jesús Gironés (La fuente al lado del estudio de Óscar Fuster).


LA CAMISA
En el vestuario
le digo a mi madre que se quite la camisa.
“No entiendo por qué estamos aquí”,
dice. Vuelvo a explicarle lo del cáncer
y cuelgo su camisa en la percha.
“¿Qué camisa es ésa?”, pregunta.
Después de los rayos X, volvemos
al vestuario. Mira
la camisa en la percha.
¿De dónde ha salido eso?”
“Es tuya”, digo, y se la doy.
“¿Por qué estoy aquí?”, pregunta de nuevo.

Por la consulta sobre el cáncer.”
“Yo no tengo cáncer”, dice.
“Y ésta no es mi camisa.”

Ruth Bavetta
en “Embers on the Stairs”, Moon Tide Press, Irvine, Cal., 2014.
versiones de Jonio González


(A través de Jonio González)





Monasterio de San Prudencio. Monte Laturce. Clavijo. La Rioja. Fotografía de Fernando Evangelio.


Si toda historia, a decir de Benedetto Croce, es indefectiblemente Historia Contemporánea (gozamos o padecemos en el presente las consecuencias de acciones del pasado), cabe postular el mismo axioma para la producción de formas simbólicas. Todo arte, entonces, es siempre Arte Contemporáneo, pues como magníficamente expreso en pleno siglo XX el inmenso y "bíblico" William Faulkner: "El presente empezó hace diez mil años, y el pasado se inició hace apenas un minuto"

Luis Francisco Pérez



Monasterio de San Prudencio. Monte Laturce. Clavijo.  La Rioja. Fotografía de Fernando Evangelio.


PENSAMIENTO
Tener dos grandes alas
de sombra
y plegarlas sobre este dolor tuyo:
ser sombra, paz
nocturna,
en torno a tu apagada
sonrisa.


Antonia Pozzi
(Traducción de Mariano Roldán)





viernes, 29 de julio de 2016

David Trullo: un ritual.






David Trullo: un ritual




Corta fue la hermosa vida.
Pero que poderosos los perfumes

Kavafis
En la tarde, 1917
Versión José María Álvarez




Era julio, 2016. Hacía calor. Más que andar me arrastraba. Era un verano en que sueños y deseos se calcinaban.
Y entré.
Vi las fotografías. Viejos y jóvenes conocidos. Sopesaba, disfrutaba. En mi memoria la frescura de algunas fotografías que fueron rescatadas, coleccionadas.
Y vi aquello.
Si, aquello.
El espacio se transformó.
Ya no estaba en una sala de exposiciones, sino en la cripta de una iglesia.
Un regreso a las catacumbas, a los cultos de la infancia.
Era un pequeño altar. Me acerqué emocionado, recuperando la dicha pérdida.
Apenas fotografías y un secreter.  Trozos de vida.
Aquella imagen de un joven oferente que David Trullo mostró en su primera exposición en El Foro de Pozuelo, esa sala que ya casi me parece mas sueño y memoria que realidad.
Allí estaba aquel muchacho oferente, y otras ofrendas. Los dioses, los deseos de juventud, sus juegos, sus leyes. Sus provocaciones.
Y estaba el álbum de fotos: del XIX. Encontrado, imagino. O quizá perteneció a su bisabuelo pintor. Con sus bordes dorados para enmarcar cada fotografía, sus formas...
Y el álbum era un juego del artista, pura belleza, historia...
Esos efebos tardíos aparecían en un álbum recuperado de su tiempo, de su pérdida. Y ellos,  los modelos, eran pervertidos -técnicas de revelado, de copiado, de fragmentación, tan caras a David Trullo-, para llenar de vida, llenarse de vida, en un álbum que en principio estaba destinado a la desaparición, a la destrucción.
La fotografía, la pintura, la poesía y su lucha contra el tiempo. Aunque el precio sea difuminar las barreras, marcar otras nuevas:

pero ese camino también es largo
como el de las generaciones, 
y se refleja en algunos rostros
como los padres en los hijos.
Escribo poesía,
escribo poesía
porque he salvado así
la vida de mis hijos.

María Antonia Ortega.
El emparrado.

Sabemos que es imposible atesorar el presente, but...
El cristianismo nos enseñó el arte de lo imposible.


2

Y ahí, David Trullo empeñado en  lo imposible. Recuerdo su “CHRISTO MEETS APOLLO”.
Pero no,  fueron los cristianos los que crucificaron a Apolo.
La obra de David Trullo se mueve en ese oleaje, en ese vaivén, entre el cristianismo y el paganismo. Tan español, venía a decir Emilio Sanz de Soto, señalando también la ironía, el toque surreal...
Invoco a Emilio. Como hubiese disfrutado de una instalación que era pura delicia.
Y a Mario Merlino, que da título a este inconstante blog:

retazos así
que de retazos es la historia que nos cabe
como gotas de sangre en un álbum ya sin fotos
perdido en el trastero
de una casa
al borde
del derrumbe

Mario Merlino
Arte cisoria



Pero David  rescata el álbum -es cierto, la casa quizá se ha derrumbado, o la han derrumbado, dependerá del lugar y la especulación-.
David rescata el álbum, y sus gotas de sangre son fotografías de un tiempo vivido, al menos en el esplendor del fotógrafo y su modelo.
Dejadme que os cuente una historia, dice el artista, dejadme que os cuente la historia de mi vida, de nuestra vida.
¿Quién quiere mirar al pasado?
Quién quiere detenerse ante un altar. Como corderos salvados del puñal, como el hijo salvado del puñal... Como los cuerpos salvados del tiempo, en el pacto, en el rito.
Muertos y tan vivos.
David Trullo, fiel a sus obsesiones, pintando siempre el mismo cuadro (Vaquero Turcios dixit).
Haciendo siempre la misma foto, ese instante, esa lucha. Y hay tanto ruido. Y el ruido del éxito distrae tanto.
Pero David se detiene, y escucha su propio rumor. Se tapa los oídos. Huir de las sirenas. Otra vez se regocijará con ellas, si acaso.

Tiempos descreídos.
De vírgenes suicidas.
Hay que elevar altares al dios que nos ha abandonado.
Hay que levantar el cuchillo sobre nosotros mismos, esperando que el ángel aparezca.
Y  nos detenga.

Pero no, no aparecerá.
Hay que recrearse y elevar el altar en esa soledad.
Aunque el ángel no venga.
Es nuestra soledad, y los creadores se inmolan.
Así veo a David Trullo, inmolándose.
Es tanta la belleza.
But...

Al borde del abismo, la verdad.
Y en la vorágine, miles de personas pasarán al lado y no entrarán.
Y quizá solo una...
Que quedara arrebatada.
Y fuese la que el artista necesita.
El milagro.

Ya sabía Kavafis lo que el viaje significaba.
Que nuestra ofrenda sea al poeta, a la poesía.
Cuánta belleza, David Trullo tu “fin de siglo”.
Que quizá ya nunca podamos volver a ver.




Epílogo


Pienso en David y su trabajo y recuerdo a Godard y su consejo para crecer en la creación. Él lo llamaba “la continuidad en la ruptura”.
Exquisito conocedor, atento a sus mitos, el artista hace su camino, insobornablemente solitario.

Y David Trullo en ‘Findesiglo’ (1990-1999), se permite hacer una mini antológica de su vida de artista, su biografía del siglo pasado…




Jesús Gironés
Pozuelo de Alarcón, julio 2016














David Trullo
‘Findesiglo’ (1990-1999)
Instalación fotográfica
Medidas variables
2016

Un proyecto para "Desnudados" de Alexis W.